En medio del calor zuliano y el espíritu contemplativo de la Semana Santa, cientos de fieles recorrieron los siete templos de Maracaibo, una tradición viva que se convierte en acto de fe, silencio y renovación interior.
El equipo de Rostro Caribe, acompañó este recorrido con mirada orante y corazón abierto, documentando cada paso, cada suspiro y cada templo como testimonio del alma que sigue creyendo, aún en medio del dolor.
Un Viernes Santo que unió al mundo en la Cruz
Mientras en Maracaibo los fieles caminaban en silencio entre iglesias coloniales y oraciones en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, donde el Cardenal Claudio Gugerotti, Prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, presidió la Liturgia de la Pasión del Señor en representación del Papa Francisco, convaleciente por una neumonía bilateral.
En un gesto de profunda humildad, el Cardenal Gugerotti, revestido con ornamentos rojos en memoria de la sangre derramada por Cristo, se postró sobre el suelo desnudo de San Pedro, en silencio absoluto, como signo de luto y adoración.
El Papa Francisco, aunque ausente físicamente por motivos de salud, envió un poderoso mensaje de cercanía espiritual. El Pontífice, que el Jueves Santo visitó la cárcel de Regina Coeli para encontrarse con 70 privados de libertad, delegó esta liturgia al Cardenal, quien también coordina la colecta global de Viernes Santo destinada a apoyar a los cristianos en Tierra Santa.
La ceremonia contó con la presencia del vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, acompañado de su familia. Las imágenes transmitidas por el canal del Vaticano mostraron al político estadounidense en actitud reverente, con su hija pequeña en brazos, participando del acto junto a su esposa y sus hijos.
✝️ En Maracaibo, los templos se volvieron alma
En la capital zuliana, el recorrido de los 7 templos se vivió con un profundo sentido de comunidad y contemplación. Cada iglesia fue más que una parada: fue un altar interior, una estación del alma.
El itinerario incluyó:
- Iglesia Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa: inicio del camino, donde la esperanza se reavivó entre súplicas encendidas.
- Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá: epicentro de la devoción popular, donde La Chinita abrazó con ternura a sus hijos.
- Iglesia Santa Bárbara: historia viva de fe resistente en medio del Zulia.
- Catedral Metropolitana de Maracaibo: lugar donde la espiritualidad se eleva entre columnas que guardan siglos de oración.
- Iglesia Nuestra Señora de La Consolación (ambas sedes): oasis de consuelo para almas heridas.
- Iglesia Nuestra Señora de Las Mercedes: templo donde el amor mariano florece en el silencio.
- Iglesia San Pablo Apóstol: fin del recorrido, donde la Palabra se convierte en misión y llamado al perdón.
«Vine con rabia, con preguntas, con ganas de irme. Pero en San Pablo Apóstol sentí que no necesitaba respuestas, sino paz. Hoy me fui más liviano, con ganas de empezar otra vez. Dios no cambia todo en un día, pero sí te cambia el corazón», dijo el zuliano Javier Morillo, 26 años.
Foto: María Paola Maldonado
Un solo cuerpo, una sola fe en siete templos
Desde la solemnidad del Vaticano hasta la calidez marabina, la fe se manifestó en formas distintas, pero con un mismo espíritu: contemplar la Cruz como un acto de amor, abrirse al perdón y renovar la esperanza.
Rostro Caribe y La Chinita en Barranquilla, se comprometen a seguir narrando estas experiencias que conectan a nuestra gente con su identidad, con su historia y con ese Dios que aún camina entre nosotros.
