La Semana Santa 2025 fue más que una conmemoración litúrgica; fue un viaje interior. Desde el Viacrucis Arciprestal en Cabimas, Venezuela, pasando por el Domingo de Ramos en Barranquilla, hasta el Domingo de Resurrección, En Rostro Caribe también nos tocó honrar la vida y sentir el duelo, recorrimos con ustedes cada paso del camino, dejando que la fe nos guiara por templos, tradiciones y gestos que siguen hablando al corazón.
Estos días sagrados nos recordó que la fe no solo se celebra, se vive. Se camina en comunidad, se contempla en silencio y se transforma en alegría. Cada día fue una invitación a mirar dentro de nosotros, conectar con nuestras raíces y compartir una esperanza que, aun en medio del dolor, florece con fuerza.
Tradiciones vivas que unen el Caribe y el mundo
Todo comenzó con palmas al viento y corazones abiertos. En Barranquilla, acompañamos la procesión del Domingo de Ramos desde la Iglesia Inmaculada, donde niños, familias y adultos levantaron sus ramos en señal de bienvenida a Jesús. Fue un acto lleno de vida, color y comunidad. “Caminar con el ramo en alto me recordó que Jesús entra en nuestras vidas cada día, no solo en esta fecha”, nos dijo Carlos Villanueva, mientras sostenía su ramo trenzado con orgullo.
En Maracaibo, el Miércoles Santo nos llevó al corazón de una tradición profundamente arraigada: la Procesión del Nazareno. Miles de devotos caminaron en silencio detrás de la imagen de Jesús Nazareno, cargando sobre sus hombros un peso simbólico que, año tras año, une a la ciudad en un acto de penitencia y reflexión.
Las oraciones resonaban en las calles, mientras los creyentes seguían el paso de Jesús, recordando su sufrimiento y su sacrificio por amor a la humanidad. “Es un momento de encuentro con Dios, de sacrificio, y de renovación espiritual”, nos compartió Lourdes Méndez.
El Jueves Santo, en Maracaibo, el Recorrido de los Siete Templos llenó de recogimiento las calles. Con pasos lentos y oraciones susurradas, cientos de fieles visitaron altares e imágenes, recordando la entrega de Jesús en la Última Cena y su paso hacia la cruz. “Sentí que cada paso era un diálogo con Dios.
Esta tradición me conecta con mis raíces, pero también con la fuerza interior que muchas veces olvidamos que tenemos”, compartió María Antonieta Fernández.
La meditación del Viacrucis
En Roma, mientras tanto, el Cardenal Claudio Gugerotti, en nombre del Papa Francisco, presidió la celebración de la Pasión del Señor. Un gesto de comunión universal que nos recordó que la fe no conoce fronteras.
El Viernes Santo, el Coliseo de Roma se llenó de fe, silencio y esperanza, mientras el Cardenal Reina presidía el tradicional Viacrucis, guiando las meditaciones escritas por el Papa Francisco, quien, aún en proceso de recuperación, nos dejó palabras llenas de sabiduría y compasión.
En una noche cargada de reflexión, miles de fieles se unieron para recordar el camino doloroso de Jesús hacia la cruz. Las meditaciones del Papa resonaron profundamente en los corazones de los presentes, renovando el compromiso de vivir con fe y esperanza.
El mundo entero guardó silencio el Viernes Santo. Fue un día para contemplar, no para hablar. Desde nuestras plataformas, invitamos a la meditación y al recogimiento, recordando el amor absoluto de Cristo al entregar su vida.
Cada cruz cargada, cada lágrima derramada, tenía eco en el sacrificio más grande: el de la entrega por amor.
La noche del Sábado Santo encendió la esperanza. En la Parroquia Inmaculada de Barranquilla, en la Iglesia Santísimo Sacramento en Maracaibo y en la Iglesia Inmaculado Corazón de María en Cabimas celebramos la Vigilia Pascual junto a la comunidad. Entre luces, cantos y la bendición del agua, revivimos la promesa que da sentido a todo: la vida vence a la muerte. La bendición del agua nos recordó nuestro bautismo. El fuego iluminó la oscuridad. Y el canto colectivo selló una noche de fe profunda.
La Resurrección: un renacer de alegría, fe y esperanza
El Domingo de Resurrección fue una fiesta que no se puede ocultar. ¡Cristo ha resucitado! Y con Él, también renace la esperanza. Desde el Vaticano, el Papa Francisco impartió la solemne Bendición Urbi et Orbi, una de las expresiones más solemnes del amor y la paz de Cristo para el mundo.
Esta bendición, pronunciada en el Domingo de Resurrección, es un acto de esperanza y consuelo para todos los creyentes, un recordatorio del amor infinito de Dios y su paz que trasciende fronteras. En Rostro Caribe, explicamos el significado de esta bendición, que va más allá de las palabras: es una caricia espiritual para toda la humanidad.
Huevos de Pascuas que unen al mundo
Y como cada año, en medio de esta fiesta de luz, celebramos también con una tradición que despierta sonrisas: los Huevos de Pascua. Esta vez, la pequeña Miranda López nos guió en una divertida búsqueda que emocionó a grandes y pequeños:
“Huevos de Pascua: una tradición que empezó con huevos pintados… ¡y ahora nos llena de chocolate y sonrisas!
Busqué detrás de plantas, sillas y hasta en cajas sorpresa… ¡y encontré huevitos por todos lados!
¿Sabías que esta tradición se celebra en países como Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia y muchos rincones de Latinoamérica?
Donde hay huevos de Pascua, ¡hay alegría, juego y dulzura!
La Pascua es para compartir, reír y vivir momentos mágicos”.
Semana Santa 2025 fue un camino completo: de la entrada de Jesús a Jerusalén… a su resurrección gloriosa. Del sacrificio silencioso… a la alegría compartida. De la procesión en Cabimas a la unión en Barranquilla, de los templos recorridos en Maracaibo al abrazo universal del Vaticano. De la cruz… a los huevos de Pascua escondidos entre risas y fe.
En Rostro Caribe y La Chinita en Barranquilla vivimos y narramos esta Semana Santa como lo que fue: un llamado a la unión, una pausa para reflexionar y un renacer para celebrar. Todos los contenidos ya están disponibles en nuestras plataformas digitales, para revivir cada paso, cada gesto y cada emoción de esta semana que transformó corazones.
