En las primeras horas de esta mañana, el mundo amaneció con una noticia que nos toca el corazón: el Papa Francisco ha partido a la Casa del Padre. A las 7:35 a.m., el Cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Romana Iglesia, comunicó desde la Casa Santa Marta el fallecimiento del Obispo de Roma, el Papa de los abrazos, de los gestos sencillos, de las causas justas.
“Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de Su Iglesia”, expresó el cardenal Farrell, recordando el testimonio de un hombre que caminó con los pies descalzos por el mundo, cargando sobre sus hombros la esperanza de los olvidados.
Desde Rostro Caribe, nos unimos al duelo mundial, pero también a la celebración de una vida entregada por amor. Francisco no fue solo un Papa. Fue un sembrador de paz, un defensor incansable de la dignidad humana, un líder espiritual que habló con el corazón y actuó con coherencia. Su voz fue eco de los pueblos originarios, de los migrantes, de quienes sufren por la pobreza, el cambio climático o la indiferencia.
Francisco, legado vivo de un Papa latinoamericano para la historia
Nacido en Argentina como Jorge Mario Bergoglio, fue el primer Papa latinoamericano en la historia. Su elección marcó un antes y un después: trajo el sur al centro, y puso el Evangelio en clave de justicia social. Su opción preferencial por los pobres no fue un discurso: fue su forma de habitar el mundo.
En cada mensaje, en cada viaje, en cada gesto, el Papa Francisco tendió puentes donde otros levantaban muros. En el Caribe, su palabra resonó con fuerza, llamando a cuidar la “casa común” y a no dejar a nadie atrás.
Un adiós con gratitud… y con compromiso
Hoy lo despedimos, pero también lo asumimos: su legado nos llama a no quedarnos en la tristeza. Nos invita a ser Iglesia en salida, a ser luz en medio de la oscuridad, a seguir construyendo un mundo más justo, más fraterno, más humano.
Desde el Caribe, con sol en el alma y fe en la esperanza, decimos: gracias, Francisco.
Y como tú nos enseñaste: Recen por mí. Ahora te toca a ti interceder por nosotros.
