El sábado 25 de octubre de 2025, la ciudad de Maracaibo vivió una jornada de emoción, tradición y participación ciudadana con la celebración de la tradicional bajada de La Chinita, acto central de devoción en honor a la Tablita de la Virgen de Chiquinquirá, patrona del estado Zulia.
Ante una multitud de fieles de diferentes partes de Venezuela, se realizó el acto de bajada de la imagen desde el camarín de la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, templo emblemático de la ciudad ubicado en el casco central, que se vistió de gala para la ocasión.
La Chinita acompañada por un mar de feligreses
La jornada registró una alta participación de la comunidad marabina y visitantes, quienes respondieron al llamado de fe, canto y encuentro cultural. Las redes sociales mostraron imágenes de vigilia, cánticos y procesión desde horas previas al acto central.
La bajada no fue solo un rito religioso: fue también una manifestación de identidad zuliana, de arraigo cultural y de diálogo comunitario. A lo largo del trayecto se percibió la presencia de familias, grupos religiosos, comunidades vecinas e instituciones de la ciudad, en un ambiente festivo que honró la tradición de forma participativa.
María Eugenia Pérez, devota desde niña: “como marabina, la Bajada de La Chinita es uno de los momentos más esperados del año. Estar en la plazoleta de la Basílica, cantando gaitas y acompañando a nuestra Virgen del Rosario de Chiquinquirá, me llena de una paz y alegría indescriptibles».
Este acto me hace sentir parte de algo mucho más grande que nosotros mismos, una unión espiritual que me fortalece para enfrentar los retos diarios”, afirmó María Eugenia.
Carlos Ramírez, peregrino de la comunidad zuliana : “vine desde Caracas solo para esta Bajada, porque la devoción que siento por La Chinita es inmensa. Ver la procesión y sentir el fervor de miles de personas es una experiencia única. Es un momento no solo de pedir, sino de agradecer por todo lo recibido. Siento que la Virgen nos protege y nos guía, y cada vez que bajo con ella, mi espíritu se renueva”, aseguró Ramírez.
Impacto sociocultural de La Chinita y su bajada en la comunidad
La bajada de La Chinita posee un profundo significado para el Zulia, pues rememora la aparición de la “tablita” de la Virgen de Chiquinquirá en 1709 y su instauración como patrona del estado. El acto, que ocurre cada año en torno al último sábado de octubre en Maracaibo, convoca devoción, reflexión y comunidad.
En esta edición de 2025, la bajada se vivió con notable intensidad, lo que refuerza su vigencia como espacio de encuentro y de fortalecimiento de la ciudadanía, la identidad y la participación social. Para los medios alternativos y comunitarios como los que desarrolla la Corporación Rostro Caribe, este tipo de celebraciones ofrecen una oportunidad clave para promover narrativas de cohesión social, fe y expresión cultural sinérgica.
Celebración de los primeros santos venezolanos
En esta edición especial, la bajada tuvo un plus significativo al coincidir con la reciente canonización de los primeros santos venezolanos: San José Gregorio Hernández, conocido como el “Médico de los Pobres”, y Santa Carmen Rendiles. Esto incrementó el fervor religioso y la gratitud de los fieles, quienes ven en estos nuevos santos un símbolo de esperanza y bendición para el país, integrándolos al devocionario popular junto a la Virgen de Chiquinquirá.
La celebración en la Basílica, contó con una procesión especial en la que se incluyeron imágenes y reliquias de ambos santos, simbolizando su profunda conexión con la devoción mariana que caracteriza esta festividad. Los fieles acompañaron con cantos y oraciones, destacando el legado espiritual y social de San José Gregorio Hernández, conocido por su labor médica y milagrosa, así como la devoción y entrega misionera de Santa Carmen Rendiles.
Este acto marcó un antes y un después en la tradición religiosa del estado Zulia y todo el país, reforzando el sentido de identidad y unidad a través de la fe, al integrar a estos dos santos en una de las celebraciones marianas más arraigadas de Venezuela. La ceremonia fue dirigida por autoridades eclesiásticas locales y contó con un numeroso público que celebró con fervor esta histórica incorporación.
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