El Circuito Internacional de Losail se alista para vivir un fin de semana que podría alterar por completo el campeonato de la Fórmula 1 2025. Con 57 vueltas y 308.611 km por recorrer, la carrera llega en un momento crítico, con Lando Norris, Max Verstappen y Oscar Piastro separados por detalles y un trazado que expone cada error a partir del viernes.
Losail castiga fuerte con una estrategia obligada de dos paradas
Las 10 curvas a la derecha generan un desgaste inusual sobre la llanta delantera izquierda, obligando a la FIA a imponer una norma inédita: cada juego de neumáticos solo puede usarse durante 25 vueltas.
Este límite obliga a todos los equipos a planificar mínimo dos paradas, lo que convierte la carrera en una apuesta estratégica donde el ritmo debe medirse sin arriesgar el caucho. Los ingenieros saben que un stint demasiado largo puede arruinar cualquier intento de victoria.
Norris, Verstappen y Piastri: un título que se aprieta al rojo vivo

Lando Norris de la escuedría McLaren llega con la presión, pero también con la oportunidad más grande de su carrera: defender su ventaja y acercarse a su primer campeonato. En tanto, Max Verstappen con 24 puntos diferencia, encara una cita que podría relanzar su lucha por la corona o complicarla definitivamente, hay que recordar que el piloto de los Países Bajos ha ganado las dos últimas carreras en el circuito catarí.

Por sur parte, Oscar Piastri quien está igualado en puntos con Verstappen, aparece como el tercer vértice de un duelo que ya se siente histórico. Su consistencia lo convierte en un rival incómodo para ambos y en un candidato silencioso a romper el orden establecido.

La curva 1, embudo de emociones
La larga recta principal será la puerta a los adelantamientos más agresivos del fin de semana. La frenada de la curva 1 —el punto más claro para rebasar— promete definir posiciones clave en cada vuelta. Con tanta tensión por el título, cualquier maniobra podría ser decisiva… o desastrosa.
El Sprint añade caos y reduce el margen de error
El formato Sprint vuelve a Qatar y trae consigo un ingrediente explosivo: menos tiempo para trabajar en el auto y más oportunidades para sumar puntos. Con una sola práctica libre, los equipos deben ajustar sus monoplazas con información limitada, lo que puede derivar en errores estratégicos y cambios inesperados en la clasificación general.
La lucha por el campeonato de constructores también se aprieta: cada punto del Sprint puede inclinar la balanza en una pelea que no da respiro.






