Gerardo Vera es un Rostro Caribe que inspira en las calles y avenidas del Atlántico . Es autor del libro: “En el silencio de la tumba”, que narra la experiencia de la tortura dentro de los calabozos del Sebín en Venezuela
Gerardo Vera es un venezolano graduado en medicina y licenciado en artes escénicas, que inspira y motiva a los ciudadanos en las calles y avenidas de Barranquilla.
Son las 9:00 de la mañana y el sol ilumina el brillo dorado del rostro y de su vestimenta. El color de sus ojos se oculta con unos lentes que reflejan el tránsito automotor en plena carrera 50 con calle 74. Diariamente Gerardo realiza más de 250 presentaciones artísticas, durante seis horas donde recibe propinas por su arte urbano.
En el 2019 llegó a la capital del departamento Atlántico, con una limitación en su brazo derecho, después de sufrir un accidente de quemadura de tercer grado durante las protestas en contra de Nicolás Maduro en el año 2014.
“Es tu misma familia la que te motiva para seguir adelante,porque muchos de nosotros estamos aquí batallando para enviarle ayuda a nuestras familias, a nuestros padres que están aún en Venezuela”, dijo a Rostro Caribe mientras hacía una pausa a su rutina artística.
ESTATUA VIVIENTE EN BARRANQUILLA
Esa limitación, hoy día, le ha servido para difundir un mensaje positivo y para ganarse la vida, a través de un performance de agradecimiento y superación personificando una estatua viviente.
Hay quienes les molesta su trabajo en la calle; pero también otros le regalan una sonrisa. “En ocasiones hay personas que se sienten deprimidas o decaídas y cuando te leen y logras sacarle una sonrisa, te animan a seguir adelante porque se alegran y te dicen: esa es la manera agradable de comenzar mi día”, resalta el aragüeño migrante.
Vera está casado y tiene una hija de tres años. Además, ha escrito 14 libros que están publicados en Amazon: entre ellos resaltan: “En el silencio de la tumba”, narra la experiencia de la tortura dentro de los calabozos del Sebín en Venezuela, “Lágrimas de un niño”, “Zapato de papel” y“Vestigios en el jardín de las rosas”.
Para un profesional que dedicó 14 años de estudio, entre medicina y el arte, en la Universidad Central de Venezuela y Universidad de las Artes, ser migrante es complejo, pero no difícil adaptarse a una realidad.
“Mi mayor anhelo en este momento, es recuperar mi movilidad con totalidad en mi mano derecha y ejercer nuevamente la medicina”.
El poeta venezolano también aspira como artista plástico llegar a crear una escultura, que pueda representar la unión de todo el pueblo latinoamericano.
Portando su mensaje en un cartón en la mano que muestra por ambos lados: “Nunca te rindas vas a lograrlo y «que hoy tu día sea genial”, Gerardo también motiva con sus palabras: “a toda la población de aquí de Barranquilla y de toda Colombia, Venezuela y el mundo, vive, sueña, ama, sonríe la vida es bella”.
Un hombre que lucha por su sueño y construye el camino
Por Miguel Ángel González Tenias | Rostro Caribe | El Venezolano Colombia
