En un ambiente de profundo recogimiento y fervor, miles de feligreses participaron en la tradicional Procesión de los Pasos de la Pasión del Señor, recorriendo las calles del Casco Central de Maracaibo en uno de los momentos más significativos de la Semana Santa.
Desde la imponente Catedral de Maracaibo, partió el cortejo encabezado por las imágenes que narran los distintos momentos de la Pasión y Muerte de Cristo: Jesús atado a la columna, Jesús Nazareno, Jesús de la Humildad y Paciencia, Cristo de Aranza, El Calvario y La Piedad. Cada paso fue acompañado por oraciones, cantos y gestos de fe viva que estremecieron el corazón de los presentes.

Testimonios que conmueven
“Cada año camino con el Nazareno porque él ha estado conmigo en mis dolores y también en mis milagros. Esta procesión no es solo una tradición, es una promesa de esperanza que renuevo con cada paso”. — Maritza González, 52 años, devota de Jesús Nazareno.
“Esta fue mi primera procesión y sentí una paz inmensa. Cargar al Nazareno me hizo entender que todos llevamos nuestras propias cruces, pero con fe se hacen más ligeras”. — Leonardo Pérez, 19 años, participante por primera vez.
Una ciudad que camina con el Nazareno
La Procesión del Miércoles Santo en Maracaibo no solo es una expresión religiosa, sino un acto de unidad y reflexión comunitaria. Las imágenes sagradas, portadas por feligreses de distintas parroquias, recorrieron las calles como símbolo de resistencia espiritual, fe compartida y amor profundo por el legado de Cristo.

El equipo de Rostro Caribe acompañó este recorrido documentando los rostros, gestos y plegarias que hicieron de esta jornada un canto a la esperanza en medio del silencio, el dolor y la resiliencia.
Fe que inspira, historia que permanece en Maracaibo
Esta experiencia no solo queda grabada en el corazón de quienes caminan con el Nazareno, sino también en la memoria colectiva de un pueblo que, año tras año, reafirma su fe desde lo más profundo del alma marabina.

Que esta Pascua no sea solo un rito, sino un acto vivo de transformación interior. Que, al igual que Jesús, aprendamos a levantarnos después del dolor, a amar en medio de la adversidad y a servir con el corazón abierto. Porque cuando la fe se hace acción, florecen los milagros en medio del pueblo.

Desde Maracaibo y con el fervor de La Chinita en Barranquilla, la devoción se hace puente, y el mensaje de Jesús trasciende fronteras: la fe nos une, nos sostiene y nos impulsa a seguir adelante.



