Desde las orillas cálidas del Lago de Maracaibo hasta las brisas académicas del Caribe colombiano, la Dra. Alicia Inciarte González: desarrollado una vida dedicada a la transformación del pensamiento educativo en América Latina. Hoy, su historia resuena con fuerza tras ser reconocida como Investigadora Emérita, un título que consagra décadas de siembra intelectual y humana entre generaciones
Hay trayectorias que no caben en hojas de vida ni en bibliografías extensas. Son caminos marcados por la pasión de enseñar, por la convicción de que la educación no solo forma profesionales, sino que transforma destinos. Así es la historia de la Dra. Inciarte: maestra, docente, investigadora, formadora de formadores y tejedora de saberes entre dos países que ella ha sabido unir con el hilo invisible del conocimiento.
Venezolana de nacimiento,, su voz ha resonado en las aulas de la Universidad del Zulia, donde germinó su vocación docente. Allí no solo enseñó, sino que construyó cimientos para nuevas formas de entender el currículo, la pedagogía y la investigación como procesos humanos, sociales y profundamente transformadores. Su mirada crítica nunca ha sido oposición: ha sido impulso para crear, para cuestionar sin miedo, para proponer sin descanso.
De Maracaibo a Barranquilla: una travesía sin fronteras
Cuando la vida la llevó a cruzar la frontera, no dejó atrás su esencia. En Colombia encontró nuevos territorios fértiles para sembrar su visión pedagógica. La Universidad de la Costa (CUC) se convirtió en su casa académica, desde donde ha continuado impulsando la formación investigativa con una fuerza que solo poseen quienes han convertido el aula en su territorio de vida.
Ha sido guía de muchos, pero sobre todo, inspiración para quienes creen que enseñar es también un acto de amor político y poético. Su participación en redes académicas como Red Internacional Sobre Enseñanza de la Investigación (RISEI) y su papel como editora de obras colectivas le han permitido multiplicar su voz en muchas otras, impulsando la transformación educativa desde la cooperación y la palabra compartida.
La Dra. Alicia recibe el máximo galardón como Investigadora Emérita
El reconocimiento como Investigadora Emérita por parte del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia no es un premio más en su carrera. Es un acto de justicia intelectual. Es la validación de una vida sembrada en tesis, debates, publicaciones y, sobre todo, en personas.
No todos los días se celebra a una mujer que ha cruzado mares sin dejar de mirar el horizonte. No todos los días se honra a una pedagoga que ha hecho del Caribe un espacio de pensamiento, intercambio y comunidad.
Rostro Caribe celebra la vida de nuestro símbolo de valor, educación y sencillez
En un tiempo donde la superficialidad gana terreno, personajes como la Dra. Alicia Inciarte González nos recuerdan el poder del pensamiento profundo; nos enseñan que educar es un acto revolucionario, que investigar es abrir caminos, y que formar es una forma de cuidar a los pueblos.
Desde Rostro Caribe y con el amor de la Chinita celebramos su vida, no solo por el título que hoy la distingue, sino por su capacidad de inspirar sin fronteras, de enseñar sin imponer y de construir sin aplausos.,porque cuando se mira al Caribe con sus ojos, se comprende que la educación no tiene pasaporte, pero sí tiene alma.
