El Circuit of the Americas vibró este domingo con una nueva demostración de poderío de Max Verstappen, quien conquistó de punta a punta el Gran Premio de los Estados Unidos y devolvió la emoción al Campeonato Mundial de Fórmula 1 2025.
El tricampeón mundial volvió a ser el piloto implacable que todos recuerdan: arrancó desde la pole, controló cada vuelta con autoridad y nunca puso en riesgo una victoria que lo regresa a la pelea directa por el título después de coronar un gran fin de semana.
Red Bull recupera su mejor versión
Luego de un arranque de temporada irregular, el equipo Red Bull Racing encontró nuevamente el equilibrio perfecto entre ritmo y estrategia. Verstappen manejó con precisión quirúrgica, cuidando los neumáticos y manteniendo a raya a sus perseguidores durante toda la carrera.
La victoria, sumada a su triunfo en la carrera sprint del sábado, le permitió descontar una cantidad clave de puntos en la clasificación, reduciendo la distancia con Oscar Piastri y Lando Norris, los hombres fuertes de McLaren.
El neerlandés envió un mensaje claro: no está dispuesto a rendirse, y su rendimiento en Austin confirma que Red Bull ha vuelto a encontrar el ritmo que lo convirtió en una fuerza dominante en los últimos años.
Con este resultado, el piloto de países bajos suma 68 victorias en su carrera dentro de la máxima categoría del automovilismo.
McLaren siente la presión
El equipo McLaren Racing vivió un fin de semana de contrastes. Tras el golpe sufrido en la sprint —cuando ambos coches quedaron fuera en la primera curva—, el domingo fue más alentador: Lando Norris logró un sólido segundo lugar, mientras que Oscar Piastri debió conformarse con la quinta posición después de una carrera sin sobresaltos pero sin la contundencia que lo había mantenido como líder del campeonato.
McLaren sigue siendo el equipo a vencer, pero las señales son claras: Verstappen se acerca, y cualquier error de aquí en adelante podría costar caro. Con sólo cinco Grandes Premios restantes, la presión comienza a sentirse dentro del garaje naranja.
Ferrari y Mercedes, al acecho
Charles Leclerc completó el podio con un tercer puesto que devuelve oxígeno a Ferrari tras varios fines de semana irregulares. El monegasco supo aprovechar el ritmo del SF-25 en las rectas largas del trazado texano y mantuvo su posición para sumar puntos importantes que fueron completados por su compañero Lewis Hamilton que finalizó en el cuarto puesto.
Hamilton mostró un buen desempeño en la carrera y demostró su capacidad para sacar provecho de la experiencia en un trazado que conoce muy bien.
“Sin duda podemos sacar muchas cosas positivas de la forma en que hemos sumado puntos este fin de semana”, dijo el británico después de la carrera
Por su parte, Mercedes volvió a sumar puntos importantes con Russell finalizando en el sexto puesto dentro de los primeros 10. Aunque aún están lejos de la pelea por el título, el progreso del equipo alemán es evidente: el monoplaza muestra mejor balance y ritmo de carrera, lo que les permite competir de tú a tú con Ferrari en varios sectores.
La batalla por el campeonato se reaviva
La victoria de Verstappen no sólo vale 25 puntos: representa un golpe anímico. El neerlandés se coloca nuevamente dentro del margen matemático de lucha por el título y, sobre todo, envía una señal a McLaren de que la temporada está lejos de estar definida.
El calendario aún reserva circuitos favorables para Red Bull —como México y Abu Dabi—, mientras que McLaren deberá responder con precisión quirúrgica para mantener su ventaja.
En medio de esta batalla, Ferrari y Mercedes podrían aprovechar cualquier error para subir al podio y alterar las cuentas del campeonato de constructores.
Se enciende la lucha por el título
El Gran Premio de los Estados Unidos 2025 quedará marcado como el punto de inflexión de la temporada. Max Verstappen volvió a la cima con una actuación dominante, Red Bull demostró que no ha perdido su instinto ganador, y McLaren siente el aliento del campeón más cerca que nunca.
A partir de ahora, cada punto será oro. El campeonato entra en su recta final con la emoción al rojo vivo, y Austin puede haber sido el escenario donde comenzó el contraataque de Verstappen rumbo a su cuarto título mundial.
