Con una conmovedora fusión de oración, fe, amor y solidaridad, enmarcada por el contagioso ritmo de la Gaita zuliana, «La Chinita» fue recibida en la Parroquia Chiquinquirá en Barranquilla, este 16 de noviembre. Fieles devotos venezolanos y colombianos se congregaron para darle el recibimiento a la Reina Morena y así continuar la 8va. Festividad.
En este 18 de noviembre. Día de la Solemnidad, los esperamos en la misa para seguir honrando a la patrona del Zulia y de Colombia.

En los hombros de Miguel González, Henry González, Odnal Torres y Mario Molina, La Chinita entró al templo religioso con el Himno de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.



La Misa de Bienvenida fue oficiada este 16 de noviembre por el Padre Javier Pulgarín con la participación activa del grupo gaitero «Los Chiquinquereños,» quienes con su música pusieron a cantar y bailar a los asistentes.La Homilía: Fe, trabajo y Perseverancia.

La Eucaristía, que se realizó con especial intención de dar gracias a Dios a través de María, se ofició en el contexto de la lectura de la Segunda Carta del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses. Esta lectura fue central, ya que recalca un mandamiento social crucial para la comunidad primitiva: «si alguno no quiere trabajar que no coma».

El Padre Pulgarín desarrolló su homilía basándose en esta necesidad de laboriosidad y orden, en contraste con las lecturas apocalípticas que hablaban del fin del mundo y de la historia. El mensaje principal a la comunidad, que se congregaba en la víspera del fin del tiempo ordinario de la iglesia, fue una llamada a la perseverancia.
El sacerdote recordó que los cristianos, aun sabiendo que la vida «se está acabando,» deben seguir tratando de no dejar de trabajar hasta el final. Exhortó a la comunidad migrante a trabajar con sosiego para comer su propio pan, sin caer en la desesperanza o el desorden.

«Nosotros no podemos perder la esperanza», y que deben saber «en quién nos hemos confiado». A pesar de que el mundo se organice a veces «de espaldas a Dios», y la economía haga pasar a la gente dificultades, los fieles deben saber que Dios es «una fuerza grande en nuestra vida». Por ello, lo importante es «no perder la fe y saber que nos podemos reponer y por echar para adelante», subrayó Pulgarín.
La Chinita: signo de amor y compañía en la migración
Esta celebración, que marca 8va. Festividad de La Chinita en Barranquilla para la gran comunidad venezolana en la ciudad, representa mucho más que una fiesta: es una manifestación de fe para compartir las tradiciones con el país que los ha acogido.
Darcy Virginia Fernández, coordinadora general general de la festividad y CEO de Rostro Caribe explicó que la Virgen de Chiquinquirá, Patrona de Colombia y también Patrona del estado Zulia, constituye «un lazo que no se puede romper» entre las dos naciones.



Fernández precisó: migrar «no es sencillo», ya que implica dejar atrás el lugar de nacimiento. La imagen de la Reina Morena ha sido «un signo de amor de Dios» y ha «abrazado y acompañado» a los devotos en este difícil «trance», permitiéndonos traer y compartir sus tradiciones en Colombia.
Oración por Venezuela y agradecimiento a Colombia
Un momento significativo de la Eucaristía fue la oración fervorosa por la nación venezolana. Darcy Virginia Fernández en nombre de la comunidad venezolana elevó una petición de bendición para Venezuela, suplicando «para que la paz la misericordia de Dios reine para que la libertad sea en cada uno de los venezolanos tanto dentro como fuera de nuestro país».



Finalmente, Fernández expresó su profundo agradecimiento a Colombia y a la Parroquia Chiquinquirá por recibirnos «con tanto cariño», considerando esta manifestación de fe como «solamente un gesto pequeñito para toda la maravilla que nos ha entregado Dios». La celebración sirvió como una forma de dar gracias a Dios a través de María.
Con el apoyo de Pan de Mi Tierra y Rostro Caribe se realiza la 8va. Festividad de la Chinita en Barranquilla.

Para el migrante, la fe en la Chinita y la instrucción de trabajar con sosiego, aun en medio de la adversidad, funcionan como un ancla en la tormenta; aunque se habla del fin de los tiempos, la obligación de labrar la tierra y buscar el pan de cada día, sostenida por la esperanza divina, es lo que les permite seguir firmes.



Este 18 de noviembre te esperamos en la Misa de la Solemnidad, en la Parroquia Chiquinquirá, a partir de las 6:00 pm.






