El Gran Premio de Las Vegas en la Formula 1 llega como uno de los capítulos más influyentes de la recta final de la temporada 2025. Con sesiones que comienzan el jueves 20 en plena noche, los equipos afrontan un desafío particular: un circuito callejero veloz, temperaturas bajas y una práctica adicional que reemplaza el habitual formato Sprint. Ese detalle, aparentemente menor, puede cambiar el rumbo del fin de semana.
Tres prácticas libres
La ausencia de Sprint supone un respiro estratégico. Las tres prácticas ofrecerán margen para afinar el equilibrio aerodinámico, corregir la respuesta mecánica y encontrar la ventana ideal de temperatura para los neumáticos, un aspecto que se vuelve crítico cuando la carrera se disputa en frío y bajo iluminación artificial. Quien domine esta variable tendrá medio camino ganado hacia una buena clasificación.
Lando Norris perseguido por Piastri y Verstappen

En la lucha por el campeonato, el foco se centra en Lando Norris, Oscar Piastri y Max Verstappen quien el año pasado se tituló como campeón mundial por cuarta vez en su carrera al finalizar en el quinto puesto en la versión 2024. Norris llega con la presión de sostener su inercia ganadora en un trazado que premia la estabilidad en rectas largas. Piastri, rápido en una vuelta y cada vez más preciso en gestión de ritmo, puede convertirse en la principal amenaza interna dentro de McLaren. Verstappen, especialista en carreras nocturnas, sabe que no tiene margen para errores: con un monoplaza fuerte en velocidad punta, buscará capitalizar cualquier descuido de sus rivales.

Más atrás, Mercedes con Andrea Kimi Antonelli y George Russell (Ganador en el 2024) y Ferrari con Charles Leclerc y Lewis Hamilton intentarán aprovechar la práctica extra para resolver un rompecabezas técnico que ha sido recurrente en pistas frías: la puesta en temperatura de las gomas. Equipos como Williams, Alpine, Aston Martin y Haas podrían sorprender si encuentran rápidamente la configuración ideal, especialmente en clasificación, donde la diferencia entre un giro perfecto y una vuelta sin agarre puede ser dramática.

Con expectativas altas, un ambiente impredecible y un título que aún no tiene dueño, Las Vegas se perfila como una carrera donde cada sesión cuenta con el know-how técnico entre los equipos y donde la noche podría iluminar un giro inesperado en la batalla por el campeonato de pilotos que falta por definir.







