La Selección Colombia vive días de alta intensidad en Fort Lauderdale, donde cumple una exigente etapa de preparación con miras al Mundial 2026. En el moderno centro de entrenamiento del Inter de Miami, el técnico Néstor Lorenzo dirige sesiones que combinan trabajo físico, táctico y mental, con el objetivo de mantener el ritmo competitivo y fortalecer la identidad del grupo.
Néstor Lorenzo combina intensidad y táctica en una gira clave para consolidar el grupo para el Mundial de 2026.
Ayer, la Tricolor desarrolló una jornada que comenzó en el gimnasio con rutinas de fuerza y prevención de lesiones, y finalizó con ejercicios en campo divididos en tres grupos de trabajo enfocados en posesión, definición y presión alta. Todo bajo la mirada atenta de un cuerpo técnico que busca precisión, coordinación y compromiso.
James Rodríguez, Luis Díaz y el regreso de Rafael Santos Borré marcan el ritmo de los entrenamientos.

Entre las novedades de esta convocatoria destaca el regreso de Rafael Santos Borré, quien vuelve a la Selección con la motivación de recuperar su mejor versión goleadora. Junto a él, Luis Díaz sigue siendo el motor ofensivo del equipo, mientras que James Rodríguez aporta liderazgo y creatividad, consolidando la columna vertebral que ha devuelto a Colombia su estilo y confianza.
Gira de evaluación
La gira incluye dos amistosos en territorio estadounidense: el sábado frente a Nueva Zelanda y el martes ante Australia, duelos que servirán para medir la solidez del bloque cafetero ante rivales de características distintas. Más allá del resultado, lo que busca Lorenzo es continuidad y entendimiento colectivo, pilares que han marcado su exitoso proceso al frente del combinado nacional.
Colombia no solo se prepara físicamente, sino emocionalmente para un desafío histórico. Con una base consolidada y jóvenes talentos que empujan fuerte, la Selección quiere llegar al 2026 con un equipo maduro, competitivo y capaz de soñar en grande.






